En un recipiente grande mezcla bien la harina de trigo, fécula de maíz, polvo para hornear y bicarbonato. Colócala aparte.
En otro recipiente grande para batir, bate la mantequilla y el azúcar a velocidad baja hasta que queden bien cremosos, aprox. 2 minutos. Agrega las yemas de huevo una por una, luego agrega la ralladura de limón, extracto de vainilla y coñac. Ahora lentamente adiciona la mezcla de harina hasta obtener una masa desmenuzada, pero fácil de manejar.
Divide la masa en dos para formar dos rectángulos. Envuélvelos con plástico de cocina o papel film y guárdalos en el refrigerador por lo menos 1 hora.
Pre-calienta el horno a 350ºF (180ºC).
Coloca la masa refrigerada sobre una superficie enharinada y con un rodillo enharinado extiéndela hasta obtener un grosor de ¼ de pulgada (.64 cm). Corta las galletas en números pares con un cortador de galletas redondo de 2 pulgadas (5 cm). Colócalas sobre una lata para hornear cubierta con papel para hornear o una lámina de silicona y asegúrate de que queden a una distancia de ½ pulgada (2.54 cm). Hornéalas por 10-13 minutos o hasta que la parte inferior obtenga un color dorado claro. Sácalas del horno déjalas reposar sobre la lata para hornear por 1 minuto y luego déjalas enfriar completamente sobre una rejilla.
Coloca 1 cucharadita de arequipe en la parte inferior de la mitad de la cantidad de galletas. Coloca la otra mitad de galletas sobre el arequipe para formar un sánduche. Aprieta levemente para que el arequipe salga un poco y cubre los lados con el coco rallado o espolvoréelas por encima con el azúcar en polvo.