En una olla grande calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla picada y cocina por 5-10 minutos. Agrega el ajo picado y cocina por 1-2 minutos. Agrega las latas de tomate, hojas de laurel, azúcar blanca, y sazona generosamente con sal. Tapa la olla y cocina a fuego bajo por 1½ hora. Los tomates requieren una buena cantidad de sal para sazonarlos, así que prueba la salsa de vez en cuando para ver si necesita más.
Pre-calienta el horno a 350ºF (180ºC).
En un contenedor grande mezcla la carne molida, huevos, queso parmesano, perejil, migas de pan, orégano, albahaca, nuez moscada, ajo, y sazona con sal (aprox. 1-1½ cucharadita) y pimienta. Mezcla todo con la mano y luego agrega agua tibia lentamente hasta que la carne tenga una textura suave. Con las manos, arma albóndigas de aprox. 2 pulgadas (5 cm) y colócalas en una lata o molde para hornear cubierto con papel aluminio. Tendrás un total de 16-18 albóndigas. Hornea por 20-25 minutos o hasta que estén cocinadas. Las puedes dejar enfriar para congelarlas y usarlas en otra ocasión o las puedes agregar a la salsa durante los últimos 30 minutos de cocción.
Después de haber cocinado la salsa por 1½ hora, agrega la pasta de tomate (si la estás usando), el perejil fresco, orégano y albahaca, prueba la sazón y agrega más sal si es necesario. Coloca las albóndigas en la salsa, tapa la olla y cocina por otros 30 minutos.
Mientras tanto, cocina los espaguetis de acuerdo a las instrucciones del paquete.
Sirve las albóndigas con salsa sobre la pasta y espolvorea con un poco de queso parmesamo por encima.