Utilizando Una Mezcladora: Mezcla ½ taza de agua tibia, la levadura, y el azúcar en un contenedor pequeño y déjala reposar por 5-8 minutos o hasta que se forme espuma por encima indicando que la levadura se ha activado.

Agrega la harina y sal al contenedor de una mezcladora y mezcla bien.

Agrega el aceite de oliva, mezcla de la levadura y el resto de agua tibia. Empieza a batir a velocidad baja con el gancho para amasar y luego deja que la mezcladora amase la masa a velocidad media por unos 8-10 minutos o hasta que esté suave y elástica. El proceso continúa en el paso número 7.

Amasar La Masa A Mano: Sigue los pasos 1 & 2 como se indica arriba.

Agrega la harina y sal a un contenedor grande y mezcla bien.

Agrega el aceite de oliva, mezcla de la levadura, y agua tibia. Revuelve bien con una cuchara grande de madera o una espátula hasta que la masa se empiece a despegar del recipiente. Coloca la masa sobre una superficie plana enharinada y amásala con la palma de las manos por unos 8-10 minutos. Para amasar la masa, dóblala sobre sí misma y luego empuja con la palma de la mano hacia adelante para estirarla. Repite este proceso hasta que la masa esté suave y elástica. El proceso continúa en el paso número 7.

Engrasa un contenedor grande con aceite de oliva. (Puedes utilizar en mismo recipiente donde mezclaste la harina).

Forma la masa en una bola y colócala en el contenedor engrasado. Cúbrela con plástico de cocina (Papel film) y deja que la masa crezca en volumen en un lugar cálido por 1 hora. Consejo: Prende el horno microondas por 1 minuto para calentarlo y luego coloca el contenedor con la masa adentro. Esto ayudará a que crezca con más facilidad.

Coloca la masa sobre una superficie plana enharinada y divídela en dos pedazos para obtener 2 pizzas de 14 pulgadas (35cm) cada una. También la puedes dividir en cuatro pedazos para hacer cuatro pizzas de 7 pulgadas (17.5 cm) cada una. Si vas a congelar la masa: Forma cada pedazo en una bola, envuelve cada una con plástico de cocina (Papel film) y coloca los pedazos en una bolsa resellable para congelar. La masa la puedes congelar por hasta 3 meses. Para usarla, simplemente descongélala en el refrigerador y luego fórmala en una pizza antes de agregarle la salsa y el queso. Si vas a usar la masa inmediatamente: Forma cada pedazo en una bola, coloca los pedazos sobre una lata para hornear y tápalos con un trapo de cocina limpio o con plástico de cocina (Papel film) y deja que crezcan en un lugar cálido por 10 minutos. Puedes volver a utilizar el método con el horno microondas para que crezcan con facilidad.

Después de 10 minutos, la masa está lista para armar la pizza a tu gusto.