Pre-calienta el aceite a 350ºF (180ºC). Se puede pre-calentar en la estufa a fuego medio o medio alto.
Bate la leche con el huevo y colócla aparte.
En un recipiente mediano, mezcla la harina de trigo, harina de maíz, azúcar, polvo para hornear y sal. Lentamente agrega la mezcla de huevo y revuelve hasta que quede en una mezcla suave. Vierte la mezcla en un vaso grande y colócla aparte.
Seca las salchichas con papel absorbente e introduce los palillos en cada una empezando en una de las puntas deteniéndote antes de que salga por la otra punta. Haz esto con cada salchicha.
Sumerge cada salchicha en la mezcla de maíz asegurándote de que queden bien cubiertas. Si la mezcla está un poco seca, agrégale más de leche para diluirla un poco.
Fríe los perros de maíz en el aceite caliente por 3-5 minutos o hasta que estén dorados. Asegúrate de voltearlos para que no se quemen. Fríelos en tandas de 2-3 perros para que la temperatura del aceite no se reduzca muy rápido. Escúrrelos sobre papel absorbente y déjalos enfriar un poco antes de servirlos.